La Sala Malinche del San Francisco de Cáceres solventa sus problemas de accesibilidad

A falta de pequeños detalles que no tardarán un mes en estar listos, la Sala Malinche del Complejo Cultural San Francisco luce ya nueva imagen. Su aspecto, después de someterse a una remodelación que ha durado cinco meses y medio, es más moderno y actual. Pero la actuación no se ha limitado a una operación de estética, su principal cometido ha sido eliminar barreras arquitectónicas para adecuarse a la normativa de accesibilidad.

La renovación ha incluido cuatro espacios en primera fila reservados a personas con movilidad reducida, con los respectivos asientos para sus acompañantes. Además, se ha dispuesto una plataforma elevadora para subir al escenario y se han salvado los escalones de entrada a la sala desde el claustro del antiguo monasterio. Los deficientes visuales y auditivos disponen, también, de otras cinco butacas para ellos. Y se ha instalado, a su vez, un sistema de comunicación a través un bucle magnético para recibir la señal sonora en los audífonos.

La reforma se enmarca en el desarrollo de los planes integrales de accesibilidad e igualdad de la Diputación, según manifestó su presidente en funciones, Carlos Carlos, que visitó ayer la renovada instalación junto a otros miembros del equipo de Gobierno. «La sala ahora cumple perfectamente todos los conceptos de accesibilidad tanto para movilidad como para deficiencias visuales o audiovisuales», reseñó.

Cabe indicar que la Sala Malinche es uno de los espacios más demandados del complejo para la celebración de congresos. La media anual de actividades que acoge se sitúa en torno a las 270, aunque en 2019 la cifra descendió a las 210 debido a su clausura en el mes de abril. El aforo final, tras haberse remozado, es de 267 personas. Una vez que quede dispuesto el mobiliario del escenario, -el único que falta-, la Malinche podría estar operativa para cerrar un nuevo calendario de eventos a finales de marzo, según las previsiones de Diputación.