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Redacción
Martes, 17 de junio 2025, 17:36
Un total de 214 personas entre usuarios, profesionales y familiares de Plena Inclusión Mérida han participado en un simulacro de evacuación por incendio, en el que, tras activarse la alarma por un conato originado en el ventilador de un despacho, las instalaciones se llenaron de humo.
Un ejercicio que forma parte del protocolo de seguridad y formación en situaciones de emergencia y en el que todos los ocupantes del centro fueron evacuados con éxito.
Así lo ha explicado el director gerente de Plena Inclusión Extremadura, Sebastián González, quien ha destacado que estos ejercicios pretenden garantizar «la seguridad y la salud de todas las personas, tanto de los profesionales como, especialmente, de las personas con discapacidad intelectual».
En declaraciones a los medios de comunicación, González ha señalado que en una situación de emergencia «es clave» saber qué hacer en cada momento, y que los errores que puedan ocurrir durante el simulacro «vienen bien» porque de ellos «se aprende».
«Si alguien se pone excesivamente nervioso, hay que formar también a los profesionales de que esa situación se puede dar, no solo a los profesionales nuestros, sino también explicárselo a los servicios de emergencia», ha subrayado el gerente.
Por parte del Consorcio para la Prevención y Extinción de Incendios de la Diputación de Badajoz, el gerente José Antonio Palanco, ha asegurado que el simulacro ha sido «bastante realista» y «muy interesante» al llevarse a cabo con personas con distintas discapacidades, ya que «no se puede aplicar el mismo sistema de rescate con todos los usuarios».
«El objetivo es doble: primero, que el plan de autoprotección diseñado con los servicios de emergencia funcione y segundo habituar a todas las personas que están en el centro a que, en el caso del simulacro, puedan ver en qué mejorar y poner a prueba la formación que han llevado a cabo», ha señalado Palanco.
Por otro lado, Javi Donoso, trabajador de Plena Inclusión Mérida que ha participado por primera vez en un simulacro, ha contado que «ha llegado corriendo, se ha puesto el chaleco y ha ido por los despachos avisando para que evacuaran». «Alguno ha salido con bastantes nervios», ha reconocido.
Finalmente, desde el equipo de profesionales, la psicóloga del Centro de Día de Plena Inclusión, Belén Blanco, ha subrayado la importancia de adaptar la comunicación a cada usuario porque, «más allá del diagnóstico, lo que realmente influye en estas situaciones es la capacidad de comunicación».
Así, la psicóloga ha explicado que en el caso particular de Mario -un usuario con autismo-, utilizan un comunicador que le permite «comprender la situación y expresar lo que siente». De este modo, según Blanco, en plena evacuación, Mario le ha manifestado su confusión con un «no sé qué pasa».
«El comunicador es su voz. No se trata de llevarlo o no, es que tiene que llevarlo siempre. Si no puede expresar que quiere irse, se bloquea más», ha explicado Belén Blanco, a lo que ha añadido que la presencia de «una persona de confianza facilita mucho la tarea».
El simulacro ha contado con la participación de ocho bomberos con dos bombas urbanas pesadas, dos vehículos de mando y uno de rescate del Consorcio para la Prevención y Extinción de Incendios de la Diputación de Badajoz, Cruz Roja, Protección Civil, y Policía Local de Mérida.
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