El alcalde, Fernando Pizarro, con Santiago Antón y Paco Valverde, tras el nombramiento. :: d. palma

Plasencia agradece a Paco Valverde y Santiago Antón su generosidad

La ciudad aplaude sus nombramientos como hijo predilecto y adoptivo en un entrañable acto en el centro de Las Claras

Martes, 30 de abril 2019, 07:10

Entrega, solidaridad, dedicación, esfuerzo, fortaleza... Fueron solo algunas de las palabras que ayer se escucharon en el claustro del centro cultural de Las Claras para hablar de dos modelos, ejemplos, referentes... Para definir y calificar a dos hombres que ya forman parte de la historia de Plasencia, la ciudad por la que llevan décadas trabajando y motivo por el que se les ha reconocido con los mayores títulos con los que se puede hacer.

Francisco Valverde y Santiago Antón fueron nombrados ayer, oficialmente, hijo predilecto de la ciudad el primero y adoptivo el segundo. En ambos casos por las décadas que llevan trabajando para hacer de Plasencia una ciudad mejor, por una vida, en realidad, dedicada a los demás. Dentro de sus familias y fuera de ellas y en muchos ámbitos. Más allá de la inclusión, en el caso de Valverde; más allá de la cultura, en el de Antón.

«Este reconocimiento es hacer justicia a dos personas que han enriquecido a todos los placentinos», declaró ayer Esther Sánchez Calle, la cronista oficial. Resumió así el sentir de las decenas de personas que llenaron Las Claras, en el 67 aniversario de la Coronación de la Virgen del Puerto, para aplaudir a Valverde y Antón, para darles las gracias con su presencia por lo mucho que cada uno de ellos ha hecho por la ciudad.

Logros que pasan con creces la labor de Valverde en Placeat y la de Antón en el Salón de Otoño y que detallaron no solo la también archivera municipal y el alcalde, Fernando Pizarro, sino las dos personas elegidas para hablar de cada uno de ellos: Fernando Valverde lo hizo de su tío y Gonzalo Sánchez-Rodrigo de su amigo Santiago. Y ambos descubrieron a dos hombres apasionados, luchadores y decididos a seguir engrandeciendo la ciudad en la que están volcados y a la que quieren. No en vano, Plasencia centró en buena parte los discursos de agradecimiento que pronunciaron y que pusieron en pie a un auditorio que se emocionó también con las interpretaciones de los dos profesores del Conservatorio que amenizaron el acto -Pablo Sánchez (violonchelo) y José María Villegas (piano)- , que se abrió con el himno de España y se cerró con el de Plasencia.

Después de que los homenajeados recogieran sus títulos, una copia del acta del nombramiento aprobada por unanimidad por la Corporación municipal -la mayoría de los ediles también presentes ayer-, una medalla con el Mayorga por un lado y el escudo de Plasencia por otro, y un azulejo de las calles que la ciudad les dedica y de la que siempre formarán parte: la calle Mayorga para Paco Valverde; la calle Verdugo, para Santiago Antón.

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