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El autobús urbano que prestó servicio en Badajoz, en las calles de Freetown.
Un autobús urbano de Badajoz atiende a los menores en las calles de Freetown

Un autobús urbano de Badajoz atiende a los menores en las calles de Freetown

El vehículo ha sido donado a la Fundación Atabal por Tubasa y recorre la capital de Sierra Leona cuatro noches a la semana

redacción

Jueves, 27 de abril 2017, 07:30

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En su primera salida por las calles de Freetown, la capital de Sierra Leona, el autobús urbano donado por el Grupo Ruiz (Tubasa) atendió a cuarenta menores que viven en las calles. Este es el objetivo del proyecto 'Unidad Móvil para la protección de menores en riesgo en las calles de Freetown, Sierra Leona', que impulsa por la organización Fundación Atabal y financia la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (Aexcid) mediante su convocatoria de 2016.

El vehículo, que partió desde el puerto de Lisboa el pasado 13 de febrero, realiza una ruta nocturna cuatro días a la semana por algunos de los barrios mas desfavorecidos de la ciudad. Según apunta la oenegé en su página web, el bus se utiliza como punto de referencia para los miles de menores que viven solos en las calles más que como un medio de transporte. Ellos forman parte de una de las infancias más vulnerables de todo el planeta, siendo Sierra Leona uno de los países más duros para ser niño, y sobre todo niña. La violencia -física, sexual o psicológica- hacia los pequeños y la vulneración sus derechos más fundamentales está a la orden del día en el país, explican desde la fundación.

El trabajo del autobús pacense, que se llama Don Bosco on Wheels (Don Bosco sobre ruedas), es acercarse a los lugares donde se encuentran los menores y tenderles la mano. El vehículo, decorado con pegatinas y mensajes llamativos, recibe ese nombre porque está siendo gestionado en Freetown por la organización Don Bosco Fambul, una de las instituciones con mejor reputación en Sierra Leona por el trabajo de reinserción y protección que realizan con menores, dicen desde Atabal. El bus cuando llega a sus paradas despliega un toldo y enciende unas luces a modo de reclamo.

Como puede leerse en la web de la fundación, en el autobús viaja un equipo de trabajadores sociales, una enfermera y seguridad, además del conductor, que invitan a los niños a compartir actividades de socialización, jugando o participando en talleres. En el vehículo, preparado para realizar reconocimientos médicos y para dar un cuidado sanitario básico y proporcionar tratamientos, también se ofrece una ayuda alimentaria, ropa y ducha. En él, los menores encuentran un lugar en el que exponer su situación y reciben atención psicosocial.

Con este programa, se persigue la prevención de situaciones de riesgo y la reubicación de los menores con sus propias familias o con familias de acogida. La intención es realizar un trabajo individualizado con cada uno de ellos para proporcionarle un plan de ayuda personal, comentan desde Atabal, añadiendo que los mayores problemas a los que se enfrentan las niñas en Freetown son las violaciones, abusos y otros tipos de agresiones sexuales, por lo que se prestará especial atención a las menores para tratar de alejarlas de esa situación y reubicarlas, si fuera preciso, en los pisos que para ello tiene en funcionamiento la Institución Don Bosco Fambul.

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