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Los voluntarios cargando ayer las cajas de mantas y ropa de abrigo. PAKOPÍ

Dos mil mantas para abrigarse de la crisis

Donación. Una campaña ha recogido ropa de invierno en Badajoz para mandarla a los refugios y a las familias que peor lo están pasando debido a la pandemia del covid

Domingo, 15 de noviembre 2020, 08:42

La próxima semana habrá refugios de indigentes o familias de barrios chabolistas de Madrid que se abriguen con la solidaridad de los vecinos de Badajoz. Hace un mes que se lanzó una campaña para recoger mantas y ropa de abrigo en el Casco Antiguo y la respuesta ha llenado un centenar de cajas que ayer iniciaron su viaje solidario.

La iniciativa es de la asociación Confía, una entidad creada durante el confinamiento para reunir recursos y llevarlos donde sea necesario. Hace un mes comenzó la recogida en Badajoz coordinada por la churrería a A a a a y la asociación SOS Casco Antiguo. En este tiempo han logrado reunir unas 2.000 mantas y otras 80 cajas de ropa, parte de ellas compradas por la librería solidaria de la churrería (la gente dona libros, se compran por un euro y las ganancias van destinadas a donaciones). El centenar de cajas, en total, fueron cargadas ayer en una furgoneta y ya han llegado a la capital nacional.

La respuesta, durante el mes de recogida, ha sido muy buena, según explica Juan Maya, trabajador de la churrería que ha sido testigo de los vecinos que se han acercado a donar sus mantas. «La gente ha colaborado bastante. Incluso los que desconocían la campaña, cuando se han enterado, han querido poner su granito de arena».

«En estas causas, y más ahora con el tema de la pandemia, la gente está concienciada», dice Maya que añade que la sensación de los que colaboran es que hay muchas familias en aprietos y que la situación aún puede empeorar en los próximos meses.

«Hay que ayudar porque hemos visto que la pobreza se multiplica día a día, como el virus»

«Todo el mundo conoce a alguien que lo está pasando mal, ya sea por la crisis de 2008 o la de ahora»

Pedro Centeno, SOS Casco Antiguo

«En estas causas, y más ahora con la pandemia, la gente está muy concienciada»

Juan Maya Churrería a A a a a

Éxito en la recogida

Pedro Centeno, de SOSCasco Antiguo, está orgulloso de la respuesta de los vecinos. «Siempre están ahí cuando se les necesita», destacó ayer durante la carga de cajas en la furgoneta. Centeno también agradeció el trabajo del promotor de la iniciativa, el propietario de la churrería a A a a a, Carlos Díaz, «que es un ejemplo como empresario y como vecino».

En apenas un mes se han reunido numerosas mantas en el barrio. «Todo el mundo conoce a alguien que lo está pasando mal, primero por la crisis de 2008 y ahora con la pandemia. No hacen falta grandes declaraciones, todo el mundo conoce a alguien que ha perdido el trabajo, que tiene un familiar enfermo, que cuida un dependiente...», concluye Centeno.

La asociación Confía logró el transporte de las cajas y organizará la distribución. Matilde Muro, de Trujillo, explica que esta agrupación surgió en plena pandemia entre algunos conocidos y se ha ido haciendo más grande. Se trata de comerciantes, transportistas, etc, que tuvieron que dejar su actividad por la pandemia, pero decidieron no quedarse de brazos cruzados y «nos lanzamos a ayudar».

«Durante la pandemia, como dejamos de trabajar y nos metieron en casa, pensamos que los medios que tuviésemos, los íbamos a poner a disposición de los que lo necesitasen. Tuvimos que dejar nuestros trabajos, pero nos dedicamos a recoger mantas, ropa y todo lo que se pudiese...».

Uno de sus primeros proyectos fue conseguir mantas para el hospital de campaña que se instaló en Ifema (Madrid). «Yo ya tenía unas que íbamos a mandar a Siria, porque trabajamos también con campos de refugiados, y se las cedimos. Desde ahí continuamos trabajando porque hemos visto que la pobreza se multiplica día a día, como el virus».

«La pobreza va al compás del virus», añade Muro. Ahora Confía se ha centralizado. Recogen aportaciones en cualquier lugar, pero cuentan con un almacén en el aeropuerto de Barajas desde donde atienden la llamada de cualquiera que les pida ayuda. Especialmente colaboran con Cáritas en sus refugios para personas sin hogar o atendiendo a familias con pocos recursos.

Es muy probable que el destino de las cajas de Badajoz sea Madrid, que es según Matilde Muro una de las zonas donde peor lo están pasando. «Peor que nosotros», añade. «Hace más falta en Madrid que aquí porque hay más habitantes, no por ninguna razón». Reciben peticiones de ropa de abrigo desde poblados chabolistas, asilos de ancianos y también para familias a las que la crisis del covid ha dejado sin recursos. «Se trata de que las personas pasen el invierno lo mejor posible».

La asociación Confía también ha llegado a un acuerdo con Mercamadrid y les ceden los materiales que sufren alguna caída durante las descargas. Suelen ser comida que puedan cocinar y repartir en los comedores sociales.

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