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La ola de frío ya está aquí y su efecto ha sido llenar el albergue que Cáritas y las instituciones han creado ... en la calle Bravo Murillo. Este es el único centro de atención urgente que se encuentra en la ciudad.
Cáritas ha modificado su modelo y deja el Centro Hermano para una situación intermedia entre este albergue y la integración en viviendas.Eso ha sido posible tras incorporar dos viviendas en Badajoz y Mérida.
La mínima prevista para este martes es de cuatro grados bajo cero, la más baja de toda la semana.Aunque ningún día subirán de los cero grados.
Jesús Pérez Mayo, director de Cáritas en Extremadura, explica que de momento no han tenido que rechazar a nadie, aunque no tienen más espacio. Este albergue cuenta con veinte plazas. Todas las personas que llegan siguen un protocolo marcado por Salud Pública, que incluye pruebas rápidas para detectar posibles positivos. En el caso de presentar síntomas o de que dé positivo esa primera prueba, se les somete a una PCR.
El frío que se mantiene durante el día, con máximas previstas que apenas superan los diez grados, invita a las personas sin casa a quedarse en el centro. Allí tienen también alimentación. «Estamos dando respuesta a todas las personas que acuden, aunque no hay muchos recursos sobrantes», indica Jesús Pérez Mayo.
Pero, en el caso de que más personas necesiten de un alojamiento estos días, el Ayuntamiento cuenta con un plan B. Así lo indica el concejal de Servicios Sociales, Antonio Cavacasillas. Si detectan estos días a alguna persona durmiendo en la calle, bien porque lo vean los agentes de la Policía Local, o bien porque avisen los vecinos, se les ofrece un alojamiento. El primer recurso es el albergue de Bravo Murillo. Pero si estuviera lleno, el Ayuntamiento tiene firmados convenios con hostales para que estas personas puedan pasar la noche bajo un techo. Esta posibilidad solo está disponible en días puntuales de condiciones extraordinarias, como esta ola de frío.
El edil incide en que hay personas que prefieren mantenerse en la calle incluso en días de temperaturas muy bajas, y no se les puede obligar a ir a ningún sitio. Aunque esa intención choque con el toque de queda decretado a las 22.00 horas. A partir de ese momento, y debido a la incidencia de la covid, no puede haber nadie en la calle. Por eso, los Servicios Sociales acuden cuando la Policía les avisa y conversan con la persona que pase la noche al raso para ofrecerles una alternativa.
El edil de Servicios Sociales, Antonio Cavacasillas, advierte que la situación de necesidad de muchos ciudadanos empeorará en los próximos meses.«Tenemos que ser solidarios, hacernos fuertes para lo que pueda venir», explica. Servicios Sociales y las oenegés de la ciudad hicieron en su última reunión una radiografía de la situación de 2020.
La experiencia de las asociaciones es que la necesidad ha crecido y advierten que será peor en el año que empieza. «Pensamos que 2021 será mejor, ojalá, pero creemos que vienen seis meses muy duros».
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