Taller de gestión emocional en Valverde de Leganés. FOTOS CEDIDAS

La red Sol-edad, de Progestión, combate la soledad no deseada en pueblos de la provincia de Badajoz

FUNDACIÓN 'LA CAIXA'. ·

Ha destinado a este programa una ayuda que ronda los 25.000 euros

Domingo, 30 de noviembre 2025, 09:00

La soledad no deseada, un fenómeno silencioso y devastador, que afecta con especial intensidad a las personas mayores de la provincia de Badajoz es el foco sobre el que centra sus esfuerzos la asociación Progestión a través de su proyecto 'Red de apoyo Sol-edad'. sí, esta iniciativa financiada por Fundación 'la Caixa' gracias a su Convocatoria de Proyectos Sociales, tiene el propósito de revertir la situación que afecta a muchos pacenses, a través de una intervención «rigurosa y humanizada», según indica Progestión.

«Hemos manifestado una profunda preocupación por las situaciones de soledad no deseada que se ciernen sobre las localidades rurales de la provincia de Badajoz, donde la dispersión geográfica y la falta de recursos comunitarios han acentuado esta problemática», explica la asociación responsable de la iniciativa. «En este contexto», continúa, «las personas mayores, y en especial las mujeres, han soportado con especial crudeza las consecuencias del aislamiento, fruto de condicionantes históricos, roles de género y una marcada dependencia económica».

Así, con la toma de conciencia de esta realidad y en coherencia con sus principios de dignidad, justicia social e igualdad, Progestión ejecutó el proyecto 'Red de apoyo Sol-edad' con una planificación meticulosa y una metodología sustentada en el paradigma del envejecimiento activo. La asociación sostiene que, desde sus inicios, se elaboró un informe diagnóstico que permitió identificar con precisión las necesidades de las localidades implicadas. «Este análisis constató la piedra angular sobre la que se diseñaron las actuaciones posteriores, garantizando su pertinencia y eficacia», detalla.

La elaboración de dulces tradicionales reaviva la memoria colectiva.

De este modo, durante el transcurso de la intervención, se consolidó una red comunitaria de apoyo, que integró a entidades locales y a personas mayores, favoreciendo la cohesión social y la creación de vínculos duraderos. Paralelamente, se desarrollaron 16 talleres psicosociales en residencias, centros de día y espacios comunitarios de municipios como Aceuchal, Alburquerque, Montijo, Zafra, Fuente de Cantos y Talavera la Real.

«Estas actividades abordaron dimensiones esenciales del bienestar: desde la autoestima y la gestión emocional hasta la prevención del deterioro cognitivo, pasando por estrategias de afrontamiento, autocuidado y talleres culinarios que rescataron tradiciones locales como vehículo de socialización», sostiene Progestión.

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291 personas atendidas

Los resultados obtenidos avalan la magnitud del impacto alcanzado. Progestión consiguió atender a 291 personas mayores, una cifra que superó con creces la previsión inicial de 195 participantes, y, además, se consiguió incorporar a la red Sol-edad a varias poblaciones.

El grado de satisfacción registrado en las encuestas a sus usuarios fue del 100%, un dato que refleja la excelencia técnica y la idoneidad de las dinámicas aplicadas. «Este éxito no habría sido posible sin la entrega y competencia del equipo profesional de Progestión, verdadero motor del proyecto, cuya labor se tradujo en un acompañamiento cercano, adaptado y profundamente respetuoso con la singularidad de cada participante», explica la asociación responsable.

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Transformación de realidades

Muchas de las personas mayores que han pasado por el proyecto y que se encontraban afectadas por sentimientos de vacío y abandono han conseguido han encontrado en las actividades propuestas en Sol-edad un camino para recuperar su autoestima y han vuelto a encontrar un sentido a su vida. Por ejemplo, la elaboración de dulces tradicionales durante los talleres de cocina, indica Progestión, «no solo fomentó su autonomía funcional, sino que reavivó memorias compartidas, fortaleciendo la identidad cultural y el sentido de pertenencia».

Por su parte, los talleres de gestión emocional y afrontamiento permitieron abordar duelos y pérdidas desde una perspectiva resiliente, mientras que las sesiones de autocuidado y prevención cognitiva ofrecieron herramientas concretas para preservar la salud física y mental. El enfoque de género, presente también de forma transversal, garantizó la atención a las necesidades específicas de las mujeres del ámbito rural, históricamente relegadas en la oferta de recursos.

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