Un enfoque intercultural permite a las vecinas de Campo Arañuelo el acceso a los derechos humanos

Otro de los objetivos implícitos en la acción social es el de garantizar la autonomía personal de mujeres migrantes de habla árabe en esta zona extremeña con la mejora de sus habilidades lingüísticas en español tras nueve meses de participación en el proyecto. También permite la generación de redes entre mujeres de raíces culturales, nacionalidades y/o procedencias para la construcción en conjunto de un posicionamiento en defensa de sus derechos.

Fundación 'la Caixa' ha apostado por el proyecto 'Hablando entre vecinas: tejiendo redes en Campo Arañuelo' con una dotación económica que asciende a 39.490 euros para que, hasta noviembre de este mismo año, puedan beneficiarse al menos unas 40 mujeres de esta iniciativa.

En el mes de mayo comenzaron los encuentros contemplados en el programa entre vecinas migrantes y autóctonas de la comarca de Campo Arañuelo. Durante las dos citas que se llevaron a cabo se trataron temas de interés para las participantes de Navalmoral de la Mata y Barquilla de Pinares, así como del asentamiento agrícola en La Barquilla, donde viven más de 40 mujeres con sus familias.

Las vecinas de Navalmoral de la Mata realizaron varias actividades de autoconocimiento y puesta en común de necesidades e intereses, mientras que las de La Barquilla prepararon platos típicos marroquíes para recibir a sus compañeras de Barquilla de Pinares. Durante el encuentro, las participantes, tanto migrantes como autóctonas, pudieron encontrar un espacio de confianza y respeto para conocerse. Además, con esta actividad se asentaron las bases para futuras reuniones y actividades.

La última reunión tuvo lugar a principios del mes de junio en Navalmoral de la Mata. En ella se dieron cita 56 mujeres de la comarca y celebraron una ceremonia típica marroquí en el centro sociocultural de 'La Inmaculada'. Durante la jornada se realizaron diferentes actividades, como un taller para pintado de manos con henna, con el objetivo de que las participantes entablaran relación entre ellas y establecer espacios para conversar sobre sus necesidades como mujeres en Campo Arañuelo. La convivencia se desarrolló en horario de mañana y las asistentes pudieron disfrutar de platos típicos marroquíes, té y refrescos, además de música y baile, que sirvieron para amenizar la jornada.