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Usuarios de Inclusives participan en el simulacro de votación. :: SOL GÓMEZ
«Me emocioné cuando supe que me había tocado ser vocal de una mesa electoral»

«Me emocioné cuando supe que me había tocado ser vocal de una mesa electoral»

Inés María Suárez, una joven con discapacidad intelectual, estará el próximo domingo en un colegio de Valdivia

SOLEDAD GÓMEZ

VILLANUEVA DE LA SERENA.

Domingo, 10 de noviembre 2019, 07:41

«Ha sonado el despertador esta mañana y lo primero que he pensado es que me tenía que levantar pronto para llegar puntual a la mesa electoral». No, Inés María Suárez no ha tenido un lapsus temporal al despertarse, para ella y otros 89 compañeros de Inclusives Plena Inclusión Villanueva ayer era día de votación.

Con la salvedad de que se trataba de un simulacro de lo que deberán hacer el próximo domingo, cuando acudan a su colegio electoral para votar en las elecciones generales. Pero en este pequeño 'teatro' electoral llevado a cabo por Inclusives, Inés María estaba algo más nerviosa que los demás porque le había tocado ejercer de vocal en la mesa electoral.

Algo que no era casual, ya que también lo será el domingo durante las elecciones del 10-N en su pueblo, Valdivia. Para ella, fue toda una sorpresa y una «satisfacción» recibir la notificación de que había sido elegida mediante sorteo para desempeñar este papel.

Inés María Suárez Vocal «Creo que voy a poder hacerlo y sobre todo me voy a llevar una experiencia nueva»

Tiene muy claro que su labor será la de buscar en la lista del censo a los votantes e irlos subrayando. «Al ser mi primera vez será un poco difícil, pero creo que voy a poder hacerlo y sobre todo me voy a llevar una experiencia nueva, asegura Inés María al tiempo que confiesa estar «emocionada» desde que se lo notificaron. «Mi familia me apoya mucho y mis compañeros también», explica, al tiempo que reconoce que «las personas con discapacidad podemos hacer esta tarea tan bien como el resto», dice.

Para que todo salga bien, esta usuaria ha estado preparándose durante toda esta semana de la mano de Inclusives, utilizando el manual de mesa electoral en lectura fácil editado por Plena inclusión España.

Igualmente, el domingo Inés María no estará sola. Junto a ella permanecerá Belén Parejo, terapeuta ocupacional en este centro, a la que ha autorizado la Junta Electoral regional y de zona para estar pendiente de cualquier cuestión que demande esta vocal. Acerca de las capacidades de esta joven, Parejo no tiene ninguna de duda de que está «plenamente capacitada, ya que su comprensión de lectoescritura es buena, el nivel de comprensión excelente, al igual que su comportamiento», destaca.

Con todo ello, se busca normalizar el derecho al voto de personas con discapacidad intelectual «ya que son personas de pleno derecho». Lo asegura Pedro Calderón, presidente de Plena Inclusión Extremadura, quien recuerda que ya en las pasadas elecciones se llevaron a cabo algunas votaciones simuladas previas. Ahora, con la inclusión de las personas con discapacidad en el listado de posibles candidatos a estar en una mesa electoral «se da un paso más para visibilizar a estas personas y que tengan las mismas oportunidades electorales». Sin embargo, no es suficiente, y desde la entidad que preside pide a los partidos políticos que también puedan estar en las listas electorales.

Simulacro

La iniciativa de ayer fue llevada a cabo en el centro que tiene la entidad cerca del poblado de la Encomienda y que por unas horas se transformó en un colegio electoral. Los carteles colocados en puertas y pasillos indicaban el lugar para votar y se disponía una sala donde los votantes podían coger las distintas papeletas y sobres blancos y sepia a modo de cabina.

Para entonces, ya se había constituido la mesa electoral con su presidente, labor que desempeñó Alejandro Díaz; y las dos vocales, Francisca Sánchez e Inés María Suárez. Acto seguido y de forma ordenada fueron pasando los ficticios votantes con el carnet y los sobres en la mano. Ahora, el domingo será más fácil para ellos ejercer su derecho al voto. Algo que la mayoría ya pudo experimentar en las últimas elecciones municipales por primera vez, cuando cuarenta años después, las personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental o deterioro cognitivo pudieron ejercen este derecho.

Entre los 90 electores que participaron en el simulacro, la mayoría votó por primera vez hace solo unos meses, a pesar de que muchos sobrepasan los treinta años. Es el caso de Nazaret Rodríguez, de Santa Amalia, que ya lo hizo en las pasadas elecciones, aunque nunca lo había hecho antes al estar incapacitada. Un hecho que no compartía «ya que aunque nos echen un cable, pero la decisión de a quién votar es mía», afirma. Distinta es la situación de Brígida Cordero, de Villar de Rena, que nunca entendió que por su discapacidad le hayan impedido votar «según mis ideales». En este caso, Brígida era votante hasta que un juez decidió que no estaba capacitada. Ahora, doce años después, ha vuelto a recuperar ese derecho.

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