Dosis de tranquilidad para Plena Inclusión

Cristina, Estefanía, María José, Daniel y José Manuel llegaban ayer ilusionados a su cita para la vacunación. Daniel incluso saludaba desde la ventanilla de la furgoneta de Plena Inclusión con la que se aproximaba entre decenas de vehículos al punto de vacunación de Don Benito instalado en uno de los pabellones de Feval. Por fin, después de semanas de espera, llegaba su momento, muy demandado por parte de Plena Inclusión para iniciar cuanto antes la vacunación de grandes dependientes y personas con discapacidad intelectual mayores de 12 años. «Hemos vivido momentos muy, muy malos en estos meses», recuerda Estefanía, de 27 años y usuaria del Centro Ocupacional de Plena Inclusión de Don Benito. «Veo muchas noticias de gente enferma y muriéndose por culpa de la covid. Ahora estoy más tranquila con mi vacuna puesta, ha sido un gran momento», añade instantes después del pinchazo que las sanitarias realizan en apenas un instante.

Un pinchazo que les hace llegar con algo de nerviosismo, como es el caso de Daniel, que prefiere ser el último y aguardar su momento en el interior de uno de los tres vehículos con los que se ha desplazado desde la sede de la asociación a una veintena de usuarios. Llegan acompañados por algunos trabajadores de este centro que se centra en la atención a personas mayores de 16 años con discapacidad intelectual, pero también en su integración sociolaboral.

Una de las más jóvenes de este heterogéneo grupo del centro dombenitense es María José, de 21 años, que viene acompañada en la furgoneta por Alfonso, Joaquín, María Ángeles y una de las trabajadoras del centro, Jenifer, que también va a recibir la vacuna. El ritmo de vacunación del equipo sanitario es tan alto que en apenas unos minutos todos han recibido ya su dosis, incluso con tiempo para los saludos ya que Joaquín y la enfermera que le va a poner la vacuna son del mismo pueblo.

Desde el otro vehículo asoma inquieta Cristina a la que el traqueteo de sus piernas le impide disimular el nerviosismo con el que espera el momento de la inyección. «Un poco nerviosa, sí, pero esto es rápido», dice la joven que además ya sabe lo que es pasar la enfermedad. «Para mí era muy importante, porque yo ya pasé el virus y quería vacunarme, aunque no me afectó mucho, solo un poco de dolor de cabeza y malestar en el cuerpo», recuerda de ese contagio.

Cristina es además conocida en la localidad como atleta por lo que no oculta sus ganas de volver a participar en una competición de campo a través ahora que parece que van a poder recuperar cierta normalidad una vez que completen el proceso de inmunización.

Con esa emoción de haber recibido esa primera dosis comentan ya fuera del pabellón entre ellos esas primeras sensaciones. «El pinchazo es sólo un segundito», dice entre risas María Ángeles, de 38 años. «Estoy muy contenta, ya por lo menos podemos estar un poquito más tranquilos», añade.

Tranquilidad es la palabra más repetida por todos ellos después de una semana en la que el Servicio Extremeño de Salud ha vacunado de forma escalonada a unas 215 personas con discapacidad mayores de 12 años y pertenecientes a los centros de Educación Especial de Don Benito, Villanueva de la Serena, Cabeza del Buey y Puebla de Alcocer. «Es muy importante, también porque era una cuestión muy demandada por familiares y también por los profesionales de los centros», reconoce Francisco Javier Valadés, gerente del área de salud Don Benito-Villanueva.

En ese sentido, desde los propios centros también han valorado de forma positiva esta vacunación adelantada para este grupo gracias a un nuevo cambio en la estrategia regional de vacunación que incluye también a estudiantes que formarán parte el próximo curso 2021-2022 del Programa de Movilidad Estudiantil.

«Era un momento muy esperado y de gran importancia para todos los que formamos parte de esta entidad: ellos mismos, sus familias y los profesionales puesto que ahora ya el 100% de usuarios mayores de 12 años y de trabajadores de esta entidad estamos vacunados», explicaban a través de un comunicado desde Inclusives Villanueva.

En el caso del centro ocupacional de Plena Inclusión Don Benito se trata de personas de edades comprendidas desde los 16 años hasta los más de 60 en algunos casos, pero también se han vacunado personas menores de 18 años que se forman en otros de los centros con los que cuenta la entidad como el colegio de educación especial Nuestra Señora de las Cruces. A todos ellos la vacuna ahora les aporta algo más de tranquilidad, pero todos coinciden en señalar que seguirán sin bajar la guardia con las medidas sanitarias que han estado siguiendo hasta ahora.

Y es que, la marca comercial de la vacuna será Pfizer, pero realmente lo que reciben los usuarios son dosis de tranquilidad, aunque sea relativa, para volver a acercarse a la plena inclusión que han visto algo más lejos en estos últimos meses por culpa de la pandemia.

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