La cofradía de las Descalzas de Badajoz compra una grúa sanitaria para Aprosuba 3

En el convento de las Descalzas sonaron anoche las campanas. Pero las puertas del templo no se abrieron como otros martes santos. Tampoco en la parroquia de San Fernando subieron los hermanos a la cubierta del templo para colocar al Cristo de la Angustia en el paso que recorre las calles junto a la Virgen de la Misericordia.

No fue un Martes Santo normal. Había demasiado dolor en el ambiente. Pero la hermana mayor de la cofradía de las Descalzas, Ana Sánchez-Barriga Mediero, anunció que la hermandad no parará en su deseo de ayudar a quienes más lo necesitan y costeará una grúa sanitaria para el centro de Aprosuba 3 de Las Vaguadas, que atiende a personas con discapacidad intelectual que en ocasiones presentan graves problemas de movilidad.

«Este año es importante estar con quienes más lo necesitan. Todas las hermandades hemos colaborado a través de la Agrupación de Cofradías con la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, pero nosotros llevamos ya varios años colaborando con una obra social y este año lo haremos con Aprosuba 3», confirmó.

En años anteriores, la hermandad ya decidió que en lugar de confeccionar con flores el monte que pisa la imagen del cristo en su salida en procesión, se utilizarían elementos vegetales más sencillos para dedicar el dinero ahorrado a una obra social, una opción que se había pensado repetir este año. «Aunque no hay procesión, vamos a mantener nuestro ofrecimiento y si cualquier hermano o persona quiere apoyar la compra, puede unirse».

En 2019 fueron costeadas becas del Seminario y otro año se prestó apoyo al Banco de Alimentos. «Toca rezar por los fallecidos por coronavirus, por sus familias y por los que lo están pasando muy mal porque no pueden trabajar. Es momento de aportar a las necesidades que existen».

En la hermandad de las Descalzas estaba previsto estrenar este año una túnica de terciopelo morado para el Cristo y un pendentif (un broche hecho con un coral salvaje en el que ha sido tallado el Cristo) para la Virgen, dos regalos que se guardarán para la próxima Semana Santa. «Habíamos emprendido la restauración de los varales de la Virgen y queríamos estrenar los faldones del Cristo, pero esperaremos a 2021».

Con el deseo de ser útil se vive también estos días la Semana Santa en la cofradía de San Fernando, cuyos costaleros han participado estos días en la descarga de un camión de alimentos que están siendo distribuidos por Cáritas. «Las necesidades son muchas y en lo que se puede todo el mundo echa una mano», confirmaba ayer Lola Franco, hermana mayor de San Fernando.