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JAVIER SÁNCHEZ PABLOS
Domingo, 15 de agosto 2021, 06:01
Los diferentes gobernantes, a lo largo de los años, han realizado mejoras para paliar las deficiencias del teatro Gabriel y Galán, ubicado en el histórico palacio Juan Pizarro de Aragón. Sin embargo, una de ellas ha persistido en el tiempo, a pesar de las reivindicaciones. Se trata de sus problemas de accesibilidad. Aunque ha habido planteamientos para solucionar los inconvenientes de las barreras arquitectónicas, al final, no se han hecho realidad.
Ante esta situación, la Asociación para la Atención y la Integración Social de las Personas con Discapacidad Física de Extremadura (APAMEX) está dispuesta para hacer una propuesta al alcalde para intentar salvar esos incómodos escalones de la entrada. Su presidente, Jesús Gumiel, confirma que ya se lo comunicó al mandatario trujillano. «Si lo considera oportuno, nos comprometemos a presentar una propuesta para que la estudien y la valoren» sostiene.
i www hoytrujillo.es
i www hoycoria.es
Recuerda que esta entidad, a través de su Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (OTAEX), con sede en Trujillo, tiene amplia experiencia para llevar a cabo proyectos de este tipo. Así se ha demostrado en diferentes actuaciones llevadas a cabo. Gumiel opina que, a falta de un estudio pormenorizado, la idea sería plantear una rampa con varios recorridos en forma de zigzag, que permite que no toque el edificio histórico. El planteamiento es que fuera un elemento reversible, además de respetar la estructura del inmueble y que se diferenciara lo nuevo de lo histórico. De este modo, se cumpliría con la normativa vigente de Patrimonio. Sería algo parecido a la rampa ya instalada en el monasterio de Guadalupe.
El dirigente de Apamex también remarca que no haría falta ningún elemento mecánico, ya que la plazuela de Aragón es lo suficientemente grande para poner esa rampa, con la inclinación adecuada. Tampoco interrumpiría la circulación de los vehículos. Asimismo, apunta que, dado que es un bien público, la Junta suele colaborar económicamente en este tipo de actuaciones.
Una vez salvada esa escalinata, habría que solucionar otros problemas de accesibilidad existentes dentro del teatro, como son otros escalones y el acceso a los servicios, ya que se necesita bajar por unas escaleras para llegar a ellos. Ante este hecho, Gumiel matiza que el hall de entrada es muy amplio para ir planteando, poco a poco, diferentes medidas para conseguir unas instalaciones totalmente accesibles. Reconoce que existen soluciones de todo tipo para salvar las barreras arquitectónicas.
No tiene dudas de que, con estas medidas, el teatro acogería a colectivos que ahora no lo pueden utilizar. «La accesibilidad es seguridad y confort», añade.
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