antonio armero
Jueves, 22 de junio 2017, 09:47
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«Lo pusimos en Facebook por la mañana, y por la tarde ya estábamos desbordadas; nos han llamado de Badajoz, de Plasencia, de Ciudad Rodrigo (Salamanca), de Riolobos, hasta de Barcelona...». Lo cuenta por teléfono Elena Bellanco, vecina de Valverde del Fresno, municipio cacereño de la Sierra de Gata para cuyos vecinos Portugal es un concepto físico y mental más cercano que para la mayoría de los extremeños. Que su hijo juegue al fútbol en Penamacor (distrito de Castelo Branco) no tiene nada de particular, como tampoco parece tenerlo para ella el hecho de haber iniciado una campaña altruista en favor de los damnificados por el incendio de Pedrógão Grande.
«Ellos razona la joven nos ayudaron a nosotros cuando tuvimos el incendio, es normal que nosotros ahora hagamos lo mismo». Se refiere a los bomberos voluntarios lusos que en el verano del año 2015 participaron en las tareas de extinción del incendio que se llevó por delante casi ocho mil hectáreas de la comarca del norte extremeño. Elena no ha olvidado la imagen de los camiones portugueses atravesando Moraleja entre aplausos.
Esta última localidad se ganó un hueco informativo hace dos veranos por la solidaridad de sus vecinos, que acogieron y trataron con mimo a los desalojados por el fuego. Entonces, los gestos altruistas, de ayuda al otro sin esperar a cambio nada más que el agradecimiento por siempre, se repitieron en otros pueblos de la comarca.
Fue una lección de solidaridad que ahora se repite gracias a esta iniciativa particular en la que colaboran varios ayuntamientos de la comarca, y que se suma a otras desarrolladas por colectivos y personas de distintos puntos de la región. Ayer, un camión cedido por la Mancomunidad de Municipios Sierra de Gata recogió todas las cajas y bolsas que se guardaban en el hotel La Palmera, en Valverde del Fresno, y enfiló camino a Portugal. Ropa de bebé y de adulto, toallas, sábanas, productos de higiene personal, comida... «El camión lo dejará todo en Penamacor, y desde ahí se repartirá a los sitios que considere la Protección Civil portuguesa, que es quien mejor conoce la situación de las familias afectadas por el incendio», explica Francisco, enfermero salmantino que trabaja en el centro de salud de Penamacor.
Él, Elena Bellanco y Azucena García son tres de las personas que están detrás de esta iniciativa destinada a ayudar a los vecinos lusos a recuperar la normalidad. «La Sierra de Gata ya pasó por esto, y comprende bien lo que han vivido en la zona de Pedrógão Grande», comenta Francisco. Él, que conoce bien la realidad del interior luso porque lleva años trabajando en Penamacor, lamenta «que la administración haya olvidado a esta zona del país». Y anticipa que una parte del futuro pasa por la colaboración entre quienes viven a un lado y otro de La Raya.
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